La importancia de un entorno afectivo cuando hablamos de cáncer
El entorno afectivo ocupa un lugar fundamental cuando hablamos de salud integral, se trata del “apoyo social” que necesitan los pacientes. Este apoyo se ha documentado como un factor relevante en el afrontamiento del paciente, ya que puede favorecer la conexión con sus intereses y brindar momentos de bienestar. Además, el entorno puede sostener aquello "que no cambia" como la conexión con el vínculo afectivo, y ayudar en cuestiones prácticas, como realizar llamadas telefónicas, tramitar autorizaciones, hacer compras, entre otras tareas cotidianas.
Sin embargo, el rol que cada persona ocupa en torno al apoyo social es personal y subjetivo. Es esencial acercarse con mucho respeto al espacio del paciente, comprendiendo y aceptando que algunos prefieren vivir ciertas situaciones en mayor intimidad o soledad. El entorno puede tener un impacto significativo, tanto positivo como negativo, en la experiencia del paciente, dependiendo de la asertividad y el estilo del acompañamiento.
De este modo, el apoyo ofrecido de manera amorosa, compasiva y consensuada tiende a ser un recurso adicional de conexión y bienestar. Por el contrario, cuando una persona no desea ser acompañada en alguna instancia, es importante saber respetar ese deseo. El estilo de acompañamiento también es importante; no dar consejos no solicitados o imponer un positivismo irreal puede no ser de ayuda. Es fundamental que el apoyo social sea de calidad y se adapte a las necesidades y deseos del paciente.
El entorno afectivo puede influir positivamente en la salud emocional de los pacientes con cáncer, favoreciendo el afrontamiento, reconectándolos con el sentido de vida, apoyándolos en tareas concretas y ofreciéndoles amor. Un acompañamiento amoroso y respetuoso de las necesidades del paciente puede mejorar significativamente su experiencia. El apoyo emocional de los seres queridos puede aliviar el estrés asociado al diagnóstico, tratamiento y los cambios en el proceso, además de reconectar al paciente tanto con lo que es importante en su vida como con las personas que le recuerdan el sentido de vivir y la gratitud.
Los pacientes que reciben apoyo emocional constante pueden beneficiarse del cariño y apoyo en situaciones prácticas. En el mismo sentido, en entornos donde las personas pueden distribuirse roles, se facilita la reorganización necesaria para ajustar la dinámica familiar, mejorando la calidad de vida del paciente. Las conversaciones significativas tienen un impacto notable durante las etapas avanzadas del cáncer. Estas conversaciones permiten expresar vivencias humanas fundamentales como el amor, la gratitud y el perdón. Pueden ayudar a resolver asuntos pendientes, construir un legado, destacar los tesoros biográficos de la persona y/o la familia. Incluso en etapas avanzadas de la enfermedad, el espíritu del paciente puede mantenerse sano gracias al amor y el apoyo de sus seres queridos.
Desde LALCEC, destacamos la importancia de un entorno afectivo sólido y respetuoso y continuamos trabajando para apoyar tanto a pacientes como a sus seres queridos en su camino hacia una salud integra.
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